Un Balance General es, en esencia, un estado financiero que contiene detalles de los activos, pasivos y patrimonio de una empresa en un momento determinado del año. 

El Balance General es uno de los tres estados financieros principales o básicos (en conjunto con el Estado de Resultados y el Estado de Flujo de Efectivo) que se utilizan para evaluar el rendimiento de una empresa.

Con este artículo te invitamos a conocer más sobre este importante estado financiero y cómo puedes sacar ventaja de él.

¿Para qué sirve el Balance General o Estado de Situación Financiera?

Un balance general sirve como documento de referencia para que los inversores y otras partes interesadas se hagan una idea de la salud financiera de una organización. Les permite comparar el activo y el pasivo circulante para determinar la liquidez de la empresa, o calcular el índice de rentabilidad de esta. La comparación de dos o más balances de diferentes momentos también puede mostrar cómo ha crecido una empresa y puede también ayudar a hacer predicciones de su comportamiento a futuro.

Con esta información, los interesados también pueden comprender las perspectivas de la empresa. Por ejemplo, el balance general puede utilizarse como prueba de solvencia cuando la empresa solicita un préstamo. Al ver si el activo corriente es mayor que el pasivo corriente, los acreedores pueden ver si la empresa puede cumplir con sus obligaciones a corto plazo y cuánto riesgo financiero están asumiendo al otorgar el crédito.

Tener este tipo de información a la mano es muy útil para múltiples gestiones y casos, y los irás descubriendo a medida que tu empresa crezca y necesites proveer esta información a alguien más como inversionistas o bancos.

¿Por qué es importante un balance general?

Un balance general es un estado financiero relevante que ofrece una instantánea de la salud financiera de su empresa en un momento dado. También puede consultar el balance general junto con los demás estados financieros. De este modo, podrá comprender mejor las relaciones entre las distintas cuentas. El balance general es importante porque proporciona los siguientes datos sobre su empresa:

Liquidez

Al comparar los activos corrientes de tu empresa con sus pasivos corrientes, obtendrás una imagen clara de la liquidez de tu empresa. 

En otras palabras, te muestra la cantidad de efectivo que tienes disponible. Es aconsejable tener un colchón entre el activo y el pasivo corrientes para cubrir tus obligaciones financieras a corto plazo. Tus activos deben ser mayores que tus pasivos.

Eficiencia

Comparando tu Estado de Resultados con tu Balance General, puedes medir la eficiencia con la que tu empresa utiliza sus activos. Por ejemplo, puedes hacerte una idea de lo bien que tu empresa puede usar sus activos para generar ingresos.

Apalancamiento

Tu balance general puede ayudarte a comprender el grado de apalancamiento de tu empresa, que te indica el riesgo financiero al que se enfrenta. Para juzgar el apalancamiento, puedes comparar las deudas con los fondos propios que figuran en tu balance general.

Elementos y componentes clave de un balance

Un balance se compone de dos apartados principales: el activo y el pasivo más el patrimonio o capital. 

Veamos en detalle estos componentes.

Activos

Un activo es algo que la empresa posee y que es beneficioso para el crecimiento del negocio. Los activos pueden clasificarse en función de su convertibilidad, existencia física y uso. 

Convertibilidad:

Describe si el activo puede convertirse fácilmente en efectivo. En función de la convertibilidad, los activos se clasifican a su vez en activos corrientes y activos no corrientes.

Activos corrientes: Activos que pueden convertirse fácilmente en efectivo o equivalentes de efectivo en un plazo de un año. Son, por ejemplo, los depósitos a corto plazo, los valores negociables y las acciones.

Activos no corrientes: Activos que no se pueden convertir fácil o rápidamente en efectivo. Por ejemplo, los edificios, la maquinaria, el equipo o las marcas comerciales.

Existencia física:

Los activos pueden ser de dos tipos, tangibles e intangibles.

Activos tangibles: Activos que se pueden ver y sentir, como el material de oficina, la maquinaria, los equipos y los edificios.

Activos intangibles: Activos que no tienen existencia física, como patentes, marcas y derechos de autor.

Uso:

Los activos pueden clasificarse en activos operativos y no operativos.

Activos operativos: Activos que son necesarios para llevar a cabo las operaciones de la empresa. Por ejemplo, edificios, maquinaria y equipos.

Activos no operativos: Inversiones a corto plazo o valores negociables que no son necesarios para las operaciones diarias.

Pasivos

El pasivo es lo que la empresa debe a otras partes. Incluye las deudas y otras obligaciones financieras que surgen como resultado de las transacciones comerciales. Las empresas liquidan sus pasivos pagándose en efectivo o prestando un servicio equivalente a la otra parte. El pasivo figura en el lado derecho del balance.

Según el contexto, los pasivos pueden clasificarse en corrientes y no corrientes.

1. Pasivo corriente: Incluyen las deudas u obligaciones que deben cumplirse en el plazo de un año. El pasivo corriente también se denomina pasivo a corto plazo, e incluye las cuentas por pagar, los intereses por pagar y los préstamos a corto plazo.
2. Pasivo no corriente: Son deudas u obligaciones cuyo vencimiento es superior a un año. El pasivo no corriente, también llamado pasivo a largo plazo, incluye los bonos a pagar, los pagarés a largo plazo y los pasivos por impuestos diferidos.

Capital / Patrimonio / Utilidad o Pérdida

El Patrimonio o Capital es igual al total del activo menos el total del pasivo. En otras palabras, es la cantidad que puede entregarse a los accionistas una vez pagadas las deudas y liquidados los activos. 

El Patrimonio o Capital es una de las formas más comunes de representar el valor neto de la empresa. Una parte del capital son los beneficios o utilidades acumuladas de la empresa, que son un porcentaje fijo del patrimonio que hay que pagar como dividendos.

El valor del Patrimonio o Capital puede ser positivo o negativo. Si el valor del Patrimonio o Capital es positivo, la empresa tiene suficientes activos para pagar sus pasivos. Si es negativo, el pasivo supera al activo.

¿Cómo analizar un balance general o estado de situación financiera?

Ver la información de un balance general es solo el comienzo. También tendrás que saber cómo analizar un estado de situación financiera para aprovecharlo al máximo.

La mejor técnica para analizar un balance general es el análisis de ratios financieros. Con el análisis de ratios financieros, utilizarás fórmulas para determinar la salud financiera de la empresa. 

Estos Ratios Financieros también determinarán su eficiencia operativa.

Hay dos tipos de ratios que puedes utilizar:

Los ratios de solidez financiera, que indican la capacidad de una empresa para cumplir con sus obligaciones de deuda. Entre ellos se encuentran los ratios de deuda-capital y los ratios de capital circulante.

Los ratios de actividad, que se centran en las cuentas corrientes y los gastos del ciclo operativo. Pueden incluir las cuentas por cobrar, las cuentas por pagar y el inventario.

Los profesionales contables pueden usar cualquiera de los ratios descritos anteriormente con la información contenida en el balance general. Empleando esa información, un profesional contable puede analizar con mayor profundidad la salud financiera de una empresa.

Una vez más, los estados de situación financiera son útiles, pero solo son superficiales. Siempre es necesario un análisis más profundo si se quiere determinar la salud financiera de una inversión o empresa.

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